por Ariel Gutiérrez Cabello
Sobre el enorme espacio que circundan las calles de Ramos Arizpe, Obregón, Colón y Salazar, en el centro de Saltillo se ubicó este histórico inmueble
La gran mayoría de las casas construidas en la ciudad antes del siglo 19 se hicieron con adobe, piedra, madera y las típicas rejas de forja con remates de plomo. Solo familias adineradas podían darse el lujo de construir casas con otro tipo de materiales como ladrillo, vigas de acero, acabados de alta carpintería y de exóticos estilos arquitectónicos.
ESTILO VICTORIANO
Para muchos una imagen común de una casa de estilo victoriano, es casi como una casa de muñecas. El término arquitectura victoriana se refiere a varios estilos que surgieron en el período comprendido entre 1830 y 1910, es decir, durante el reinado de la reina Victoria de Inglaterra.
Los estilos victorianos evolucionaron a partir del imponente y rebuscado estilo gótico; el cual ejerció gran influencia en la moda, la arquitectura y el mobiliario, imperaba lo hermoso sobre lo práctico.
Las casas victorianas eran grandes e imponentes, por lo general constan de dos a tres pisos. Bardadas con columnas de bloques de piedra y rejas, la distribución de las piezas solía ser algo complicada y a veces asimétrica. Otras características que distinguen el estilo victoriano son las tejas festoneadas, ventanales llamadas buhardillas o mansardas orientadas a todas direcciones para permitir la entrada de luz natural.
El porche o mejor dicho la terraza, tienen elaborados husillos y columnas de soporte, casi siempre de estilo Reina Ana. Algo que no puede faltar es una torre. El pintado era de un solo color, por lo general blanco o beige. En Estados Unidos los tonos de color rojo ladrillo, el siena quemado y el amarillo mostaza estuvieron de moda a partir de 1887.
Las escaleras para acceder a los pisos superiores, estaban construidas de madera, además de tener una alzada y carrera cortas, los escalones y pisadas eran muy reducidos, lo que las hacía sumamente peligrosas y en muchas ocasiones mortales.
QUINTA NARANJO, CASA VICTORIANA
Un buen ejemplo de este estilo victoriano fue la Quinta Naranjo, aquí un poco de historia. Con el fin de disfrutar el agradable clima de Saltillo durante el verano, el general Francisco Naranjo de la Garza decidió construir una quinta sobre el enorme terreno que hoy ocupa la cuadra de las calles de Ramos Arizpe, Obregón, Colón y Salazar. La majestuosa casa se terminó de construir alrededor de 1890. En una postal coloreada de la época la Quinta Naranjo aparece de color rojo.
¿QUIÉN FUE EL PROPIETARIO?
Francisco Naranjo de la Garza nació en Lampazos, Nuevo León. Militar hecho en la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa en México. Participó en la Toma de Monterrey con las fuerzas de Santiago Vidaurri y en la de Saltillo. Después que se marcharon los franceses, al general Naranjo se le encomendó la inspección de las colonias militares de Nuevo León, Coahuila, Durango, Chihuahua, Sonora y Sinaloa 1868-1871.
PARTIDARIO DE PORFIRIO DÍAZ
Naranjo secundó la causa porfiriana del Plan de la Noria en 1871 y el de Tuxtepec en 1876, conjuras cuyas finalidades eran: primero acabar con el Gobierno de Benito Juárez y segundo derrocar al presidente interino Sebastián Lerdo de Tejada.
El general Naranjo participó en muchas escaramuzas, la Batalla de la Bufa, Zacatecas y la del Topo Chico. Participó en la Batalla de Icamole, conflicto donde se originó el mote de Porfirio Diaz, “El Llorón de Icamole”.
En 1882 Naranjo fue ascendido a General de División y designado Ministro de Guerra y Marina. Tres años más tarde fue relegado políticamente junto con Jerónimo Treviño y otros militares. En 1887 se retiró del Ejército. El general junto con su esposa Dolores García y familia, decidió sentar su residencia en Saltillo y convertir la quinta hecha para pasar los veranos en su hogar. Naranjo murió en 1909.
LA DESTRUCCIÓN
Durante los turbulentos tiempos de la Revolución Mexicana, un día incierto, un grupo de “revolucionarios” sacó a la familia Naranjo de la casa y le prendieron fuego. La familia del general tuvo que mudarse a Lampazos, Nuevo León.
Por la década de los años 20 del siglo pasado, en el lugar donde estuvo la Quinta Naranjo nació el Parque Zaragoza, uno de los primeros campos donde se empezó a practicar el beisbol. En 1937 se construyó el Estadio Saltillo, por 1965 se construyó la Escuela Normal del Estado y la Escuela Anexa.
Agradezco a Lourdes Naranjo de López, por haberme proporcionado varios datos para la realización de este relato.